La Ciudad de Río de Janeiro (RJ) creó este mes un paquete climático para desarrollar acciones ambientales en la ciudad.
Denominada PDS (Plan de Acción Climática y Desarrollo Sostenible), la iniciativa busca orientar los objetivos ambientales de la administración municipal para las próximas décadas en sectores estratégicos, como energía, transporte y residuos sólidos.
Entre los principales objetivos se encuentran la reducción del 20% de la emisión de gases tóxicos a la atmósfera de aquí a 2030 y la neutralización de estas emisiones de aquí a 2050, mediante la inversión en energías limpias, como la solar.
El plan también incluye acciones para reducir la población en zonas de riesgo por el cambio climático, especialmente inundaciones y deslizamientos de tierra, y para proteger las reservas naturales que ofrecen servicios ecosistémicos.
El objetivo es reforestar más de 3,4 hectáreas hasta 2030, especialmente en zonas de alta presión inmobiliaria, y consolidar otras 1,2 hectáreas de Mata Atlántica en tramos de áreas verdes en la Zona Oeste de la ciudad.
El municipio también se comprometió a hacer que el 40% de los empleos sean verdes para finales de la década y se comprometió a implementar tres parques solares de minigeneración distribuida, con una capacidad de 5 MWp, destinados a la generación renovable a gran escala.
El primero de ellos, el parque solar de Santa Cruz, ya está en desarrollo. Las otras dos plantas no tenían sus nombres mencionados en el documento del Ayuntamiento.
Para 2030, Río de Janeiro todavía tiene la intención de construir soluciones basadas en la naturaleza para enfrentar los desafíos del crecimiento acelerado del espacio urbano. El objetivo es revitalizar más de 300 kilómetros de vías y espacios públicos, con la aplicación de drenaje urbano sostenible e inversiones en forestación.
En total, están previstas inversiones mínimas de R$ 350 millones por año para el desarrollo sostenible de la ciudad y la implementación de más de 130 proyectos hasta 2030.
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