Tres millones ochocientos mil empleos en el mundo y casi 90 mil nuevos empleos creados en 2020 en Brasil en plena pandemia.
La GD (generación distribuida) a partir de fuentes solares avanza hacia un crecimiento prometedor con perspectivas de inversión de más de R$ 20 mil millones en 2021.
Según las principales asociaciones del sector energético del país, las cifras reflejan el escenario actual del ya calentado mercado de la energía solar en Brasil, que tiene todo listo para calentarse aún más en este y los próximos años.
Las expectativas son enormes y representan el potencial que el sector fotovoltaico ofrece al país en diferentes ámbitos, ya sea minimizando impactos ambientales, generando empleos, atrayendo inversiones o empoderando al consumidor final.
Actualmente, aproximadamente el 0,5% de las unidades consumidoras del mercado cautivo cuentan con generación propia de energía, cerca de 370 mil unidades instaladas, correspondiendo el 98% a fuentes solares fotovoltaicas.
En los últimos años, la sociedad en su conjunto se ha interesado cada vez más por el tema de la energía solar fotovoltaica, ya que finalmente se ha dado cuenta de sus ventajas.
Si bien algunos sectores de la economía se enfriaron durante la pandemia, el mercado de generación distribuida (esa energía generada en el punto de consumo o cerca de él) solo se calentó. Hay innumerables razones para esto.
El periodo de retorno de la inversión al adoptar esta tecnología es cada vez más corto. Incluso con importantes aumentos de precios en los equipos para el primer semestre de 2021, debido a la enorme demanda mundial de paneles fotovoltaicos, la alta tasa de conversión del dólar, la escasez de materias primas en China y los altísimos costos del transporte marítimo, la generación propia de energía de fuente solar resulta ser una excelente inversión a medio y largo plazo, además del indudable beneficio medioambiental.
La generación de energía solar es sustentable (no quema combustibles fósiles), es renovable (ineagotable) y utiliza la luz solar como fuente de energía, la cual puede distribuirse y utilizarse de diferentes maneras. A medida que el ecosistema evoluciona, crece el interés de los sectores industrial y corporativo en adoptar un modelo más “ecológico”.
La preocupación de las empresas por ser más sostenibles es creciente. Es notable que un número significativo de empresas esté adoptando criterios ESG (Environmental, Social and Governance – ASG – Environmental, Social and Governance).
Al invertir en dichos estándares, las organizaciones se comprometen a incorporar responsabilidades ambientales, sociales y de gobernanza en su modus operandi, atrayendo más inversiones y consumidores.
El uso de la generación distribuida también aporta beneficios al sistema energético en su conjunto, haciéndolo más inteligente y eficiente al reducir gastos y pérdidas.
Cuando la energía solar producida se inyecta a la red y se distribuye localmente, la sociedad ya no depende completamente de las centrales hidroeléctricas y termoeléctricas. Por tanto, la GD, a medio y largo plazo, contribuye a la red de distribución, evitando problemas como los apagones. Además, al reducir la distancia entre transmisores y consumidores, se evitan pérdidas de energía en las infraestructuras de transmisión y distribución de electricidad.
El crecimiento de la demanda de generación distribuida es un hecho y aumentará aún más en los próximos años. Con las facilidades que brindan los gobiernos actuales, evitando impuestos y en consecuencia el costo de las tecnologías, la sociedad finalmente está tomando conciencia de los beneficios de la energía solar.
El mercado seguirá subiendo, especialmente con la próxima llegada al mercado de las baterías de litio. A través de ellos, los consumidores podrán almacenar energía para utilizarla durante la noche o en los días en que no brilla el sol y se independizarán aún más de los distribuidores.
Con una de las tasas de irradiación solar más altas del mundo, Brasil tiene todos los recursos que le permiten al país convertirse en referencia en la producción de energía solar.
En 2019, la generación de energía a partir de fuentes solares en el mundo representó el 11% y la previsión actual de las agencias globales es que en 2050 este modelo sume alrededor del 40%. Brasil tiene toda la capacidad y potencial para asumir el liderazgo en el mercado global.
Ahora queda por ver cómo todos los eslabones de esta cadena abordarán esta oportunidad, capaz de generar más empleos, atraer más inversiones, minimizar los impactos ambientales y empoderar a los ciudadanos.
Una respuesta
La energía solar llegó para quedarse. Felicitaciones por el texto.